Remonda Castro: un camino largo y productivo

Uno de los rasgos particulares de la ciudad es sin dudas es la fuerza emprendedora que conduce al liderazgo en los innumerables caminos que se pueden transitar. Remonda Castro, concesionario oficial John Deere, es una empresa familiar se ha ganado su lugar, fundamentalmente en el litoral argentino. Esta semana, para ser precisos el 1 de febrero cumplió 61 años de vida. Todo comenzó en 1960 cuando “Don Manuel” Castro y otros socios de la compañía comenzaron la representación de la marca en Rafaela. Desde entonces hasta la actualidad el crecimiento no ha cesado y mucho ha tenido que ver la confianza lograda con el productor agropecuario. Por estos tiempos la empresa está en manos de Ricardo Castro y sus hijos Diego, Martín y Agustín, que junto con un grupo destacado de profesionales del rubro conforman el gran equipo de trabajo.
“Estamos contentos de haber recibido los 61 años de la empresa. Yo creo que mirando para atrás ha sido un camino largo y productivo y de alguna manera nos sirvió para evolucionar como organización no solo por estar ligados a una de las primeras marcas a nivel mundial sino que internamente implica y es exigente también tratar de colmar las expectativas de los clientes de la zona, creo que ha sido eso y la confianza que han entregado los productores de la zona en Remonda Castro fundamental para el crecimiento de la organización y la sustentabilidad, un termino que se usa mucho acá”, remarca Nahuel Sánchez, Gerente de Marketing de la empresa.
Porque el producto “puede ser bueno pero si no cumplimos con las expectativas, a la larga no nos vuelven a elegir, entonces creo que hay de las dos partes, de Remonda Castro como del entorno donde tiene la gracia de moverse la empresa”.
La zona, continúa diciendo Nahuel, “San Francisco, Rafaela, Franck, Galvez y San Martín tienen mucho potencial en lo que es agrícola y ganadero con lo cual creo que la zona ha contribuido a esa sustentabilidad”.
Para remarcar, “este año es importante destacar la producción nacional de tractores y cosechadoras. También la incorporación de la línea de productos de PLA, de producción nacional en Las Rosas: pulverizadoras, sembradoras, con lo cual creo que esas decisiones de producción nacional hacen que podamos tener disponibilidad de productos y en pulverizadoras y sembradoras también, así que esto es muy importante, el meter mucho foco en la productividad y eficiencia de los clientes que es otro de los pilares que tiene la empresa de la mano de la tecnología. Esto es algo a lo que apostó John Deere muy fuerte”.
Hoy “tenemos un centro de Soporte de las operaciones que es quien analiza de alguna manera los datos y le da información de la maquinaria de una siembra o una cosecha a los clientes para poder tomar determinaciones que en un futuro se traduzcan en un beneficio para los productores”, dice Sánchez.

Nuevos tiempos
El tema tecnología “nos ha enseñado mucho y vamos aprendiendo y buscamos estar permanentemente actualizados. Lo mismo pasa con los clientes, cada vez que compran una maquina no pagan únicamente fierros o cubiertas o caucho sino que empiezan a pagar cada vez más software, en señas, pilotos automáticos. Hoy los tractores grandes no salen sin piloto, en una época no te lo pedían, hoy día ya se lo tiene incorporado y se sabe la utilidad que tiene eso, por eso este año es para seguir profundizando en esos aspectos de la buena experiencia de los clientes y de ser relevantes para ellos, de brindarles la información que sea importante para sus negocios”.
Por otra parte “tenemos muy buena financiación de Usados, por lo menos en lo que queda de febrero. Tenemos líneas de alrededor del 32 por ciento anual a cuatro años con lo cual se hace un instrumento atractivo para aquellos contratistas/productores de la zona que quieran apalancar las inversiones”, detalla.

Año atípico
El anterior, “fue un año atípico para nosotros sin las muestras habituales. Estamos acostumbrados a estar presentes en eventos regionales y a un evento muy grande que siempre organiza John Deere que es la Feria Original que no pudimos hacer que es una feria que siempre convoca alrededor de quinientas personas, pero fue un año en el que primó lo digital en el relacionamiento con los clientes”. Los canales alternativos “que para mi forma de ver han dejado de ser alternativos y en muchas generaciones ya son la opción no es algo alternativo, es el contacto con el concesionario. Creo que hubo una adaptación por parte de los clientes y también por parte de la empresa en agilizar esos canales y estar atentos en poder dar solución por medio de esos canales. Obviamente que hemos ido al campo a entregar maquinaria ya que el rubro no estuvo paralizado como otros que no tuvieron la misma suerte, pero la característica es que no se hizo masivo, fue más uno a uno con todas las medidas de protección que exige la pandemia, protección y prevención, pero no hemos perdido contacto con los clientes. Lo que no realizamos fueron las tradicionales reuniones donde asistían unos cuarenta clientes que se extrañan un poco pero desde la virtualidad tratamos de resolver las necesidades de ellos. Podemos decir que se perdió la masividad pero no el contacto”.
Fue un año “que nos enseñó a todos a cambiar la forma de relacionarnos, a optimizar los tiempos para aprovechar el tiempo que te regala el cliente que es fundamental para nosotros. Se diversificó, pero se potenció el uso del tiempo”.

 Ventas
El año para Remonda Castro fue muy bueno. En materia de ventas “estuvo por encima de las expectativas. Yo creo que tiene que ver con el tipo de cambio que se disparó. La incertidumbre. El no poder salir y en consecuencia invertir en bienes de capital para los clientes. Las buenas herramientas financieras en pesos. Esto fue un combo que acompañó mucho y por eso fue bueno para la empresa”.